Os invito a pasear por esta senda soleada en el Monte Deva, cerca de Gijón. Es primavera, los manzanos están en flor y las hojas nuevas de los árboles nos proporcionan un poco de sombra. A la izquierda, una pequeña carretera bastante tranquila, y a la derecha, los prados bañados por el sol...y allí, lo juro, estaba la vaca que no se dejó pintar.
